Emplasto Terapéutico de Spirulina

Siguiendo con el tema de uso externo de la Spirulina, en esta publicación trataremos y les enseñaremos sobre los emplastos de Spirulina. En su ya multicitada obra, Henrikson refiere numerosos estudios que demuestran la acción antibiótica (combate bacterias, levaduras y hongos) y cicatrizante de la Spirulina en uso externo, bajo la forma de pomadas o ungüentos. También se ha registrado el uso tradicional de emplastos de Spirulina por parte de los kanemba del Chad, para tratar ciertos padecimientos. Con el fin de que puedan obtener estos beneficios de esta maravillosa microalga les indicaremos paso a paso como realizar un emplasto de Spirulina.
Paso 1: en un vaso de vidrio vertemos 1 cucharadita de Spirulina en polvo, media cucharadita de agua, 1 cucharadita de miel de abejas y mezclamos hasta obtener una pasta homogénea. No olvidemos que esta pomada será usada en hematomas, heridas o afecciones en las articulaciones, por lo cual es de suma importancia de que tengamos en cuenta que todos los insumos y materiales que usemos deben estar muy limpios y aseados.
Paso 2: Lavamos bien el área afectada con agua y jabón y aplicamos el emplasto de Spirulina. Esto lo debemos de realizar en las noches por una semana en el caso de dolores en las articulaciones, hematomas o afecciones por hongos, en el caso de heridas lo podemos usar por 3 días o hasta que veamos mejora y la herida este cerrada.
El emplasto de Spirulina posee la característica de ser antimicrobiano y antihongos, lo cual se debe a la presencia de campesterol y stigmasterol en su composición (Tiboni, 1985). La presencia de vitamina A, vitamina E y pantenol hacen que el emplasto de Spirulina posea características de cicatrización y regenerador del tejido cutáneo